
Servimos Platos, Pero También Silencios
- Lara Roguez
- 15 nov
- 1 Min. de lectura
En Abarike no llenamos los platos de palabras. Ni las mesas de ruido. Nos gusta que cada bocado hable por sí solo, sin tener que explicarlo todo.

1. El silencio del primer bocado
Ese momento en el que alguien prueba un plato, cierra los ojos y no dice nada. Ese es nuestro aplauso. Y no hace falta más.
2. El silencio del respeto al producto
No añadimos lo que no aporta. No disfrazamos lo que ya es bello. En cada plato hay aire, hay espacio, hay pausa.
3. El silencio entre servicio y servicio
No queremos agobiarte, interrumpirte, llenarte de explicaciones. En Abarike, dejamos que tú marques el ritmo.
4. El silencio del equipo cuando cocina concentrado
Ese murmullo de cucharas, hornos, respiraciones. Esa armonía sin palabras. Ahí sucede la magia que luego llega a tu mesa.
5. El silencio que queda cuando un plato emociona
A veces es mejor no nombrarlo. Solo sentirlo. Porque lo que se calla… también se recuerda.
Aquí, servimos platos. Pero también servimos silencios. Y ambos te alimentan.






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